Pese al enojo y a los malos vaticinios (de "abstencionismo masivo", por ejemplo) formulados desde Occidente en contra de las elecciones en Siria, este proceso transcurre en la normalidad y diríase que hasta con entusiasmo por parte de los ciudadanos que por primera vez van a poder ejercer en libertad su derecho al voto. Lo único que ensombrece ese entusiasmo es la ira desatada tras el anuncio de que Francia e Italia se negarán a reconocer la validez de los mismos comicios y sus resultados. teleSUR