El rescate del país y las políticas de austeridad, llevadas hasta sus últimos extremos, han puesto en pie a los ciudadanos. Cansados de perder tanto su poder adquisitivo como su dignidad podrían castigar en las urnas a los partidos tradicionales.
Con un 10% de intención de voto El Río (To Potami), una agrupación de nueva creación sin políticos en sus candidaturas, se convertiría en la tercera fuerza del país.
“La gente en Grecia quiere el cambio. Si vemos los sondeos, To Potami, es el primer partido que aparece tras Nueva Democracia o Syriza. El partido mayoritario es la abstención porque el 40% de la población dice que no va a votar a naide. Es lógico que la propuesta de To Potami sea atractiva”, explica su líder, el conocido presentador Stavros Theodorakis.
El Olivo (Eliá) es otro partido nuevo que intenta preservar un espacio que aglutine las ideas del centro izquierda, ante el más que previsible desastre electoral del histórico Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok).
“Ahora más que nunca la gente ya no tiene la percepción de que la Unión Europea sea un sistema que pueda traer la presperidad para todos. Hoy Europa se ve como una amenaza que crea inseguridad, y la cuestión es ¿cómo podemos cambiar esa percepción? La única forma es con propuestas diferentes”, explica uno de sus miembros, Paschalis Aganidis.
Los partidos griegos se la juegan no sólo en las europeas. Antes, el próximo domingo concurren ya a la primera vuelta de las elecciones locales y regionales.