“Yo fui a dormir a la plaza Diego Ibarra y estuve en medio de los indigentes, pero Dios me trajo esperanza cuando yo no tenía esperanza, Dios me trajo amor cuando en mi corazón había odio, Dios me trajo vida cuando yo iba por un camino de perdición, Dios usó a alguien que me llevó un mensaje y me dijo: tu vida tiene valor en las manos de Dios”, manifestó como muestra de su colaboración el pastor de la Casa Apostólica y Profética Salem Carlos Parada.