Otra tragedia en aguas del Mediterráneo. La guardia costera libia ha recuperado a cincuenta kilómetros de Trípoli los cadáveres de cuarenta inmigrantes que viajaban a bordo de una embarcación siniestrada el pasado martes. Los equipos de salvamento han conseguido rescatar a cincuenta y dos clandestinos, mientras que otros cuarenta permanecen desaparecidos.
Según el testimonio de los supervivientes, la barca se partió en dos, debido quizá al exceso de peso. Los inmigrantes venían de Mali, Senegal, Gambia, Camerun y Burkina Faso.
Libia es un país de tránsito en las rutas de la inmigración que tienen Europa como destino. Desde allí salen cada día embarcaciones clandestinas con destino a Malta, Lampedusa y Sicilia. Cada año mueren centenares de personas intentando cruzar la otra orilla.