Los milicianos sirios atrincherados en Homs desde hace casi tres años se han replegado este jueves del casco viejo de la ciudad que mejor ha simbolizado la insurgencia al régimen de Asad. En total, novecientos ochenta combatientes habrían abandonado sus posiciones para reubicarse en Dar al Kabira, al norte de Homs, como anunciaba el gobernador de la región, Talal Al Barazi.
El repliegue responde al acuerdo que los rebeldes firmaron el pasado domingo con el gobierno y que incluye también el canje de prisioneros. La operación ha sido supervisada por la ONU
“Se ha respetado escrupulosamente el alto el fuego”, explica el enviado de Naciones Unidas, Yacoub Al Helou. “Tal y como indica el acuerdo. Estamos ante una posibilidad real de desbloquear esta situación”.
Sin embargo, el conflicto no ha cesado ni mucho menos. Horas antes del repliegue, los rebeldes dinamitaban el cuartel general de las fuerzas gubernamentales en la ciudad de Alepo provocando decenas de víctimas. La salida de los rebeldes de Homs supone el fin de un asedio que ha durado más de 20 meses.