En vísperas de ir a las urnas, la sociedad colombiana se debate entre la vergüenza y la ira. A los escándalos por la presunta intromisión de grupos del narcotráfico en la conducción del país, o -por lo menos- por su vinculación con círculos cercanos al Ejecutivo, Colombia suma ahora la repercusión, en las esferas políticas y en la prensa, de las denuncias sobre conversaciones telefónicas interceptadas de manera ilegal. teleSUR