Al menos tres personas han fallecido y otras quince han resultado heridos en Mombasa, según fuentes locales, tras el lanzamiento de una granada al interior de un vehículo en la estación de autobuses de Mwembe Tayari.

En un segundo ataque en el mismo enclave, una mochila con explosivos ha detonado frente al Hotel Reef, en la zona residencial de Nyali sin dejar víctimas mortales.

Mombasa, situada al sudeste del territorio, es la segunda ciudad más importante de Kenia tras la capital, Nairobi. Es además uno de los principales reclamos turísticos por sus playas y clima.

A pesar de que nadie ha reivindicado el atentado, el país se ha visto golpeado por ataques similares de los que el Gobierno ha culpado Al-Shabab, la rama de Al Qaeda en la región.

En el escenario del atentado vive una minoría musulmana que en algunos casos se considera marginada por los cristianos mayoritarios y que se ha convertido en caldo de cultivo para los radicales.