Rob Ford, el polémico alcalde de Toronto, se iba este jueves de su casa, probablemente para dirigirse a una clínica de desintoxicación. Las últimas imágenes en las que se le vuelve a ver borracho, fumando “crack” y expresándose con un lenguaje soez han sido la gota que ha desbordado el vaso de la polémica. En un comunicado, Ford ha anunciado su intención de abandonar temporalmente el cargo de alcalde y suspender su campaña para la reelección. También dice que “buscará ayuda inmediata” para superar su alcoholismo.

“Me siento aliviado de que Rob haya decidido enfrentarse a sus problemas y buscar ayuda profesional. No es algo fácil de hacer, especialmente cuando eres el alcalde de la ciudad”, ha declarado a la prensa Doug Ford, el hermano mayor del político.

Rob Ford está en el ojo del huracán desde hace un año por su alcoholismo y su afición a las drogas, destapada por la prensa en vídeos explícitos. Una investigación abierta por la policía ahonda aún más el abismo bajo los pies del alcalde de Toronto, capital económica de Canadá y cuarta ciudad más importante de América del Norte.