Europa se inquieta. En las filas de los yihadistas que combaten en Siria se calcula que hay unos 2000 europeos. Jóvenes radicalizados procedentes, sobre todo, de Francia, Bélgica, Alemania y el Reino Unido.

Entretanto, Occidente presiona a Turquía para que ponga fin al flujo de combatientes y armas a través de su frontera con Siria. Preguntado por euronews, el ministro turco de Comercio, Hayati Yazici, pide que sean los países de origen los que tomen medidas al respecto: “Los europeos viajan a Turquía desde sus países, pero se nos pide que seamos nosotros los que impidamos que entren en Siria. ¿Por qué les deja venir? Si detectan que quieren ir a Siria, deberían impedirles viajar”, afirma.

Para Europa, el problema es que esos combatientes están regresando o van a regresar en el futuro a sus países de origen con la maleta cargada de extremismo. Según los expertos, en Siria hay actualmente unos 700 franceses, 400 británicos, 300 belgas y alrededor de 250 alemanes.