Las elecciones que se celebrarán en Siria el próximo 3 de junio tienen un nuevo candidato: Bachar Al Asad.
Con solemnidad, el portavoz parlamentario ha anunciado este lunes la candidatura del actual presidente sirio, que persigue su tercer mandato, en un escrutinio que la oposición y occidente ya han calificado de ‘farsa’.
Y es que aunque hay otros seis candidatos en liza, se les ve como meros títeres para legitimar la más que probable reelección del presidente.
La semana pasada el mandatario, ya en precampaña, se dejaba ver en una poco habitual aparición pública en la localidad de
mayoría cristiana de Malula, recuperada recientemente por las fuerzas armadas.
La convocatoria de elecciones deja fríos a quienes no ven posible una normalización mientras El Asad no abandone el poder, algo a lo que el actual presidente no parece dispuesto.
El régimen ya ha anunciado que entre los refugiados solo podrán votar quienes hayan dejado el país de forma legal. La incógnita ahora es cómo votarán quienes residan en zonas en combate.
A un mes del escrutinio, pocos ven en este una solución para el conflicto que desangra el país desde hace más de tres años y que ya ha dejado más de 150.000 muertos.