Con una parte de su territorio inmersa en una guerra que le impone la oposición en el exilio a través de la contratación de mercenarios, Siria decidió convocar a elecciones presidenciales para el próximo 3 de junio. La determinación del gobierno de Damasco se produce a raíz del apoyo mayoritario de los sirios al presidente Bashar al-Assad, y -sobre todo- a las presiones de potencias de Occidente y gobiernos de los países petroleros de Arabia que un día sí y también el siguiente pretenden desconocer la representatividad de Al-Assad. teleSUR