Las autoridades chilenas de Valparaíso están atentas a cualquier conato de incendio que pueda sumarse al que desde el sábado pasado devastó la ciudad. Más de 500 casas destruídas, 12 muertos, miles de desplazados y damnificados. Las condiciones climáticas —altas temperaturas y constantes vientos— impiden a los cuerpos de bomberos extinguir el siniestro que en un primer balance del gobierno de Michelle Bachelet, las pérdidas materiales podrían alcanzar la cifra de 80 mil millones de dólares. teleSUR