La octava marcha de sindicalistas brasileños mostró ayer su fuerza en Sao Paulo y evidenció, con su organización y disciplina, su conciencia de clase y el porqué hace ocho años conquistó el salario mínimo. Según sostienen sus líderes, ahora se movilizan para eliminar tercerismos y lograr un viraje de las políticas públicas que favorezca a las mayorías populares. teleSUR