Israel impone sanciones económicas a la Autoridad Palestina.
Tel Aviv castiga así la firma por parte del presidente Mahmud Abbas de quince tratados internacionales, interpretándolo como una argucia para conseguir el estatus de estado fuera del marco de las negociaciones patrocinadas por Estados Unidos.

Israel reducirá la cantidad de dinero transferida a los palestinos, procedente de un impuesto cobrado por Tel Aviv en beneficio de Ramallah. Ese montante se deduciría del pago de la deuda pendiente.

A pesar de los obstáculos, las negociaciones de paz siguen adelante. En esta tercera semana, ambas partes estudian propuestas para intentar extender las conversaciones más allá del plazo establecido del 29 de abril.

Entre ellas podrían figurar, la congelación de la construcción de algunos asentamientos o la suspensión de la firma de más acuerdos internacionales.