El primer ministro malasio ha visitado la base australiana en Perth desde donde se coordinan los esfuerzos de búsqueda del Boeing 777 desaparecido el 8 de marzo. Dentro de cuatro días las cajas negras del aparato dejarán de emitir señales y entonces encontrarlas será mucho más complicado.

El área en el que se busca el avión ocupa 223.000 kilómetros cuadrados, un poco menos de la mitad de la superficie de España.

“Sé que hasta que encontremos el avión muchas familias no pueden empezar el duelo. No me puedo imaginar lo que están pasando, pero puedo prometer que no nos rendiremos”, explicaba visiblemente emocionado el primer ministro malasio Najib Razak.

“No podemos asegurar que la búsqueda del MH370 tenga éxito”, añadía su homólogo australiano Tony Abbott. “Pero sí podemos asegurar que no pararemos hasta haber hecho todo lo humanamente posible”.

Japón es el último país en unirse a las tareas con varios aviones de observación. Las críticas a la operación arrecian al conocerse que no se tiene acceso a todos los datos de los satélites militares, una información que podría ayudar decisivamente a los equipos.