La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, viaja a la zona afectada, ubicada al norte del país, para evaluar personalmente los daños causados por el terremoto del martes, cuya intensidad fue 8.2 grados en la escala de Richter. Las autoridades resolverán los problemas de suministro de servicios básicos —agua, gas, electricidad, gasolina—; de infraestructura —vialidades— y la de los pescadores pues muchos de ellos perdieron sus embarcaciones. tleSUR