Las autoridades chilenas enviaron a sus fuerzas armadas al norte de su territorio para que resguarden y ayuden a los damnificados del sismos de 8.3 grados en la escala de Richter. Los servicios básicos como agua y luz fueron suspendidas pero serán reinstaladas en el transcurso del día. En Iquique se fugaron 300 presos, mismos que ya busca la policía. El gobierno auguró un nuevo terremoto. teleSUR