Los alumnos españoles empeoran sus resultados en la prueba de resolución de problemas de la vida cotidiana del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) de 2012 con una puntuación de 477 puntos, 23 por debajo de la media de la OCDE (500 puntos) y cinco puntos menos que en la realizada en el año 2003. Así, España se sitúa en el puesto 23 de los 28 países de la OCDE que participan en esta prueba.