Mantener una discusión con los mulás iraníes no es nada fácil sobre todo si esa discusión es grabada por una cámara para la realización de un documental.

Al director de cine iraní Mehran Tamadon le llevó dos años convencer a cuatro mulás cercanos al régimen para que se sentasen a hablar con él en su residencia a las afueras de Teherán.

Sobre la mesa, Tamadon colocó todo tipo de asuntos: sociedad secular, velo, aborto y libertad de expresión.

“Es esta iniciativa, la iniciativa de acercarse al otro y abrirse a la discusión, lo más importante. No se trata de realizar un documental sobre las víctimas o sobre los que sufren, se trata de conocer a los que defienden al régimen, saber qué piensan porque, al final, debemos encontrar una solución para vivir juntos”, explica Tamadon.

“Irán es un país en el que la gente habla, como en el documental, hablamos. Y esto es muy importante porque a partir del momento en el que se empieza a hablar la violencia se atenúa, hay menos violencia. Hablar no es posible en muchos países pero los iraníes han sido capaces de crear una sociedad en la que existe la palabra. Es cierto que a veces la palabra es censurada, es cierto que los periódicos son cerrados, pero la palabra sigue existiendo”, asegura.

Tras dos días de discusión sobre la posibilidad de establecer una sociedad plural en Irán, Tamadon se vió forzado a reconocer que sus diferencias con los mulás son enormes.

“Seguramente en Irán se llevarán a cabo reformas, la sociedad iraní seguirá evolucionando pero de manera lenta, muy lenta, pero siempre hacia adelante, estoy seguro. Este documental es un primer paso, nuestra discusión podrá ser útil más tarde para mucha gente pero no para estos cuatro mulás”, explica Tamadon.

Cuando Mehran Tamadon quiso volver a Francia, país en el que reside actualmente, las autoridades iraníes le retiraron su pasaporte. Un mes más tarde se lo devolvieron pero le advirtieron de que la próxima vez que intente volver a entrar en su país, sus documentos le serán retirados inmediatamente.