China ha detectado objetos flotando en el océano Índico que podrían pertenecer al avión que desapareció hace dos semanas con doscientas treinta y nueve personas a bordo. Según el Gobierno de Malasia, los restos hallados por el satélite chino miden unos 30 metros de ancho por 22 de largo. En lo que se refiere a la investigación de lo que pudo ocurrir no ha habido avances:
– “Las transcripciones de las conversaciones entre los pilotos y la torre de control no se pueden hacer públicas todavía, pero puedo adelantar que no indican nada anormal”, ha dicho el ministro malasio de transportes. “La investigación sobre la carga que transportaba el avión tampoco contribuye a explicar su desaparición”.
Tampoco ha habido avances en la búsqueda que barcos y aviones están realizando en la fraja de mar situada a unos dos mil quinientos kilómetros al sureste de Perth en la que un satélite australiano captó grandes objetos flotando hace unos días.
En su comparecencia diaria ante la prensa, Hishamuddin Hussein ha tenido unas palabras de consuelo para las familias de las víctimas: “Sabemos que es muy duro para todos. Espero y rezo para que esta situación se resuelva pronto”, ha dicho.
Los familiares de las víctimas, la mayoría chinos, no ocultan su indignación: el misterio sobre el vuelo de Malaysian Airlines que cubría la ruta Kuala Lumpur- Pekín sigue intacto. Cuarenta minutos después de despegar, el avión cambió de trayectoria, alguien apagó los sistemas de comunicaciones de la cabina y desapareció sin dejar rastro para volar durante varias horas más hacia un rumbo desconocido.