Crimea ya es a todos los efectos la 22 república de la Federación Rusa. En el Kremlin y con el himno nacional de fondo, el presidente Vladímir Putin ha firmado la ley de adhesión de la hasta ahora región ucraniana y de la ciudad de Sebastopol.
Apenas cinco días después del referéndum, esta península del mar Negro regresa al que fue su hogar hace 60 años.
“Todavía tenemos mucho trabajo que hacer para que Crimea se una al sistema legal de la Federación Rusa, a nuestra economía y a nuestro sistema social”, declaraba Putin.
El proceso de anexión ha sido muy rápido. Tras la apabullante victoria del Sí en el referéndum del domingo, las autoridades de Crimea y Sebastopol firmaron con Moscú el acuerdo. Ayer la Duma ratificó la adhesión y esta mañana lo ha hecho por unanimidad el Senado ruso.
La incorporación total será progresiva y no estará finalizada hasta enero de 2015 pero algunos habitantes de Crimea ya están haciendo cola para pedir sus pasaportes rusos.
“No será peor, será mejor. Al menos el nivel de vida es mucho más alto en Rusia que en Ucrania, mucho más alto. Los sueldos, las pensiones… Es nuestro futuro, el futuro de la gente joven. Es significativo que muchos de los jóvenes apoyen la anexión de Crimea a Rusia. Todos los que estamos aquí hemos votado sí en el referéndum”, decía una vecina de Sebastopol.
“Estamos en Rusia y ahora somos ciudadanos rusos. ¿Para qué queremos los pasaportes ucranianos? Los cambiaremos con mucho gusto. Mi hijo también necesita su pasaporte”, apuntaba otra.
Gracias al acuerdo Sebastopol se convierte en la tercera ciudad de Rusia con estatus federal, después de Moscú y San Petersburgo.