Trece personas murieron, entre ellas dos niños, tres mujeres y varios extranjeros, en un ataque contra el Hotel Serena de Kabul, uno de los mejor protegidos de la capital afgana. Los atacantes, que según un portavoz de Interior tenían menos de dieciocho años, lograron entrar en el complejo hotelero “con pequeñas armas ocultas en sus calcetines”.
La proximidad de la celebración de las elecciones presidenciales el próximo 5 de abril ha intensificado la violencia talibán en las últimas semanas. Al menos dieciocho personas murieron el jueves en un atentado suicida contra una comisaría de Jalalabad.