Aunque faltan dos meses para las elecciones europeas, la campaña electoral se está convirtiendo en la más tensa de los últimos tiempos, y no solo porque se decidirá la continuidad o no de las políticas de austeridad que viene imponiendo Bruselas desde el inicio de la crisis, sino porque, a nivel nacional, marcará la hoja de ruta de las elecciones autonómicas del año que viene.