En las últimas semanas un debate sacudió el mundo de la literatura: los libros de autores alemanes pecan de insulsez. Y el colmo del reproche: incluso escritores venidos de fuera se habrían acomodado, al parecer, a la industria editorial alemana. Cultura.21 buscó en la Feria del Libro de Leipzig a escritores con más que ofrecer, que las apacibles historias de la burguesía.