En este vídeo habrás podido comprobar su pericia, y es que Justin es capaz de “predecir” la trayectoria de las pelotas a base de complejos cálculos basados en un reajuste reiterativo a partir de lo que ve. Gracias a esto ajusta su posición con rápidos movimientos de sus ruedas y reposiciona sus brazos con una tranquilidad y precisión digna un vampiro mestizo rebosante de chulería. Esto le permite coger al vuelo el 80% de las pelotas aún lanzándoselas a pares. También habrás visto como hace un café utilizando lo mismo que las personas y sin necesidad de adaptarlo para él gracias a una combinación de su sistema de visión y complejos sensores táctiles.

Rollin’ Justin es obra de obra de la Agencia Aeroespacial Alemana, cuyas siglas por suerte para ellos en alemán son DLR y no AAA que sería lo que probablemente exclamariamos al tener a Justin al lado y sabiendo que para eliminarnos puede o bien usar su manos, atropellarnos o simplemente mirarnos “malamente” hasta que suframos un infarto