Piedras y cócteles molotov contra gases lacrimógenos y cañones de agua. Son las armas de las luchas cotidianas que protagonizan desde hace dos semanas, en Venezuela, estudiantes y policía.

Al menos 41 personas han sido detenidas en las últimas horas en Chacao, en el este de Caracas, tras una nueva jornada de altercados. Entre los arrestados hay ocho extranjeros, incluidos dos periodistas, una italiana y un estadounidense

Los venezolanos empiezan a sentir los efectos de las protestas en el abastecimiento de bienes básicos.

“No hay comida. Aquí hay escasez. Aquí nadie puede tener un hogar propio cuando se pasan el tiempo matando a la gente a diestra y siniestra. Tenemos que seguir luchando por la libertad. Venezuela es nuestro país”, señala Kevin Orozco, manifestante.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha vuelto a hacer un llamamiento al diálogo para intentar poner fin a la crisis, que ha dejado ya 17 muertos y más de 200 heridos. .

“Todas estas cosas las están haciendo para buscar una reacción violenta de la fuerza pública, del pueblo. Que se agote la paciencia y entraremos en un estado de neurosis colectiva, de odio colectivo y de uso de la fuerza como única forma, único lenguaje”, ha dicho Maduro.

La oposición ha convocado una gran manifestación para este sábado en Caracas, bajo el lema “El que se cansa pierde”, en la que se pedirá la liberación de Leopoldo López. El domingo, los estudiantes pedirán en otra gran marcha soluciones al Gobierno.