El espectro de la guerra fría se asoma en el horizonte de la península de Crimea. La comunidad internacional ha reaccionado con alarma ante la decisión del presidente ruso de realizar ejercicios militares en el centro y oeste del país, cerca de la frontera con Ucrania. Según el ministro ruso de Defensa, las maniobras no están relacionadas con los acontecimientos en el país vecino, aunque ha añadido que Rusia tomará medidas para garantizar la seguridad de su base naval de Sebastopol, que está en la península ucraniana de Crimea.
El presidente interino ucraniano ha declarado que cualquier movimiento de las tropas rusas fuera de sus bases será considerado una agresión. Estados Unidos ha pedido a Rusia que sea “muy cuidadosa” con sus acciones respecto a Ucrania, cuya integridad territorial debe ser respetada. La OTAN reafirmó ayer su compromiso con la defensa de las fronteras ucranianas.