Con las salvedades estadounidenses del caso, el Fondo Monetario Internacional (FMI) introduce a rajatabla ajustes estructurales en los países que de él forman parte, y luego se enjuga las lágrimas porque sus recetas no sólo producen empobrecimiento y dolor en las "economías emergentes" (países subdesarrollados) sobre las que impone sus "recetas-para-salir-de-la-crisis" sino que estrechan la franja de consumidores. teleSUR