No abandonarán la Plaza de la Independencia hasta comprobar que ha habido un cambio en el sistema ucraniano. Los manifestantes que ocupan Maidán, convertido en un santuario por las víctimas de las protestas, no se fían de la clase política. Para evitar cambios superficiales, han emitido un comunicado con las condiciones que deben cumplir los candidatos gubernamentales, como no haber ostentado ningún cargo durante el gobierno de Yanukóvich.
Consciente de las demandas de la calle, el presidente ucraniano en funciones ha aplazado hasta el jueves la formación del nuevo Gobierno, y ha convocado a los responsables de la seguridad ante los “peligrosos signos de separatismo” registrados en el sur y este del país.
La región autónoma de Crimea, de mayoría étnica rusa, es escenario desde hace días de manifestaciones de apoyo al presidente depuesto, Víktor Yanukóvich, y a favor de Rusia.
El lunes, los residentes de Sebastopol respaldaron la candidatura a la alcaldía de la ciudad de Aleksey Chaly, partidario de estrechar lazos con Moscú.