Los ucranianos siguen descubriendo con estupor el lujo reinante en las residencias de la camarilla de la que se rodeó Víctor Yanukóvic. En Kiev vivía el ex fiscal general Viktor Pshonka, que, como otros muchos aliados presidente destituido, está en paradero desconocido junto a su familia. Los activistas que custodian su mansión en las afueras de la capital “para protegerla del saqueo” han abierto sus puertas a las cámaras de euronews. Numerosos curiosos se han acercado para ver con sus propios ojos lo que relata la prensa, pero los milicianos que custodian la vivienda solo les dejan mirar desde la verja:
– “A nosotros también nos gustaría vivir así. Al menos durante unos días”, decía un hombre encaramado en lo alto de la tapia.
– “Me sorprendí cuando vi las fotos de la mansión. Uno las mira y piensa: ‘ésta es probablemente la última’, pero no, hay una más y otra y otra de una nueva estatuilla o algo así”, añadía otro.
Cuadros, íconos, antigüedades, piscinas climatizadas, relojes de oro y diamantes… El lujo y las excentricidades que rodeaban la vida de los aliados más próximos de Yanukóvich ilustran a la perfección quienes sacaban el mayor provecho de un sistema político y económico basado en la corrupción que ha puesto al país al borde de la quiebra.