A Uganda le lluevan las críticas tras ratificar una ley que persigue la homosexualidad con duras penas de cárcel que van hasta la cadena perpetua.

Estados Unidos ha advertido de que está revisando sus relaciones con el Gobierno ugandés, a todos los niveles, incluyendo sus programas de ayuda, muy centrados en la lucha contra el Sida. Barack Obama había calificado esta medida como un “paso atrás”.

Dinamarca, Noruega y Holanda han suspendido el envío de ayuda humanitaria a este país africano. La ONU ha denunciado la ley, que dice “institucionaliza la discriminación hacia los homosexuales”.

Críticas también por parte del famoso escritor keniano Binyavanga Wainaina, gay confeso, para quien el presidente ugandés “es capaz de que un problema pequeño se convierta en un problema global”. Que el tema se convierta en actualidad internacional y “el pueblo se una a su alrededor y lo haga parecer más fuerte”.

“Crearon ésto con fines políticos y van a utilizarlo con fines políticos”, ha dicho Wainaina.

La ley ratificada por el presidente ugandés, aprobada en diciembre por el Parlamento, tipifica la homosexualidad como delito e impone penas de cadena perpetua por actos homosexuales. También prevé de cinco a siete años de cárcel por la “promover” la homosexualidad.