En la arena política ucraniana el conflicto también se mantiene, al igual que en las calles. La oposición quiere que el Parlamento vote un proyecto para regresar a la Constitución de 2004, que privaría de parte de su poder al presidente Víktor Yanukóvich. No obstante, la mayoría oficialista se niega a debatir una reforma del texto actual, que concibe a Ucrania como una república presidencialista.
La oposición, que ha bloqueado el atril de la sala como protesta, teme además que Yanukóvich nombre a un nuevo primer ministro afín para enrocarse aún más en el poder.
“Aún no hemos hablado de los candidatos a primer ministro, eso es un privilegio del Presidente. Sabemos que el presidente va a organizar una serie de consultas, que esperamos que comiencen este miércoles o el jueves”, decía al respecto Vlodomir Oliyneyk, diputado del Partido de las Regiones de Yanukóvich.
El líder opositor Vitali Klitschko, a su regreso de Berlín, ha pedido no obstante más que una reforma constitucional: “Me dirijo al presidente de Ucrania. Él cuenta con la responsabilidad y la autoridad necesarias y sólo él puede gestionar esta situación. Como político responsable que soy, le pido que convoque elecciones parlamentarias y presidenciales anticipadas. Eso hará que la situación se calme”.
La tensión ha sido tal que se han registrado enfrentamientos entre diputados y el presidente del Parlamento ha tenido que recibir asistencia médica por un ataque de hipertensión.