La pobreza tiene rostro de mujer en España, donde según un informe del sindicato UGT, las trabajadoras ganan un 23% menos que los hombres. La crisis ha incrementado la diferencia. Para muchas mujeres, tener un empleo no garantiza vivir por encima del umbral de la pobeza y a la hora de recibir subsidios de paro o pensiones, también reciben menos prestaciones que los hombres.