La operación antimafia “Puente Nuevo” (New Bridge) se ha saldado con 26 detenidos en Italia y Estados Unidos, todos ellos conectados con la Ndrangheta. Los ocho de los arrestados en Estados Unidos provenían de la familia Gambino, vieja conocida de la policía de Nueva York. En Italia han sido 18 los detenidos, todos pertenecientes a las familias de Ursino y Simonetta. Además hay 40 personas más en proceso de investigación por vínculos con la trama.
“La familia italiana estaba integrada en el crímen organizado y trataba de involucrar a la familia de Nueva York. En ese momento los agentes italianos se pusieron en contacto con nosotros y trabajamos conjuntamente para prevenir que esta familia italiana encontrara acomodo en Nueva York”, explicaba George Venizelos, asistente del director del FBI en Nueva York.
Esta operación ha durado dos años y demuestra, según los investigadores, la intención de la Ndrangheta de ocupar el espacio de control del tráfico de productos ilegales que antes poseía Cosa Nostra, la mafia siciliana. La alianza se completaba con los cárteles sudamericanos, responsables de proporcionar la dorga para los mercados que, a ambos lados del Atlántico, la Ndrangheta pretendía controlar.