La policía italiana y el FBI han detenido a 26 persona en una operación conjunta bautizada New Bridge.

Las investigaciones han durado dos años. En ellas ha sido crucial la participación de un agente del FBI infiltrado en las familias mafiosas estadounidenses.

“Utilizando técnicas como agentes encubiertos, escuchas telefónicas, los agentes estadounidenses e italianos descubrieron que la Ndrangheta tenía intención de llevar a cabo un tráfico internacional de drogas mortíferas, de construir un puente de criminalidad y corrupción entre Sudamérica e Italia, y Nueva York”, ha dicho el juez estadounidense Marshall Miller.

Ocho miembros de las familias Ursino y Simonetta han sido detenidos en Estados Unidos y 18 miembros de la Ndrangheta en Italia. Al parecer, la mafia calabresa está intentando hacerse con el control de las actividades ilegales en Estados Unidos que hasta hace poco manejaba la Cosa Nostra siciliana.