En estos diez años de vida, la salida de Facebook a bolsa el año 2012 supuso su bautizo definitivo en el mundo capitalista. Celebrada desde su sede californiana de Palo Alto, su introducción en el virtual Nasdaq neoyorquino también reflejó todos los pros y contras de la mayor red social de planeta. La acción se hundió en los primeros meses de los 38 dólares iniciales a los 17, aunque ahora vale 63 dólares.

Su capitalización se estima actualmente en 156.000 millones de dólares. Y en 2013 ingresó casi ocho mil millones, con unos beneficios netos de 1.500 millones. O sea, 1.100 millones de euros.

Esta multiplicación de ganancias respecto al año anterior se debe a que Facebook ha logrado generar ingresos en publicidad a través de los teléfonos móviles, desde donde los usuarios se conectan cada vez más.

“Su habilidad para monetizar el producto proviene estrictamente de que los usuarios utilizan la aplicación y esto es muy convincente mientras pensemos que la continuarán utilizando en los próximos cinco y diez años”, precisa Rick Summer, analista bursátil en Morningstar. “Últimamente, esta es la cuestión sobre la mesa”.

Las dudas proceden de la bajada en el número de adolescentes que utilizan la red. Un estudio entre enero de 2011 y enero de 2014, sitúa en tres millones el descenso en los jóvenes de entre trece y diecisete años. Estos usuarios migran hacia otras plataformas más ágiles como Twitter, Snapchat o Instagram. Aunque esta última fue comprada por Facebook hace dos años.

En todo caso, la asignatura de los ingresos parece resuelta por la compañía de Zuckeberg. En 2013, Facebook se convirtió en el número dos mundial tanto en el mercado de la publicidad en general un cinco por ciento como en el de los móviles un dieciocho por ciento.