La oposición, que boicoteó las elecciones generales anticipadas del domingo, va a tratar de que el proceso sea anulado por inconstitucional. Así pues, no parece que los comicios vayan a servir para cerrar la crisis política que arrastra el país desde hace tres meses.
La primera ministra, Yingluck Sinawatra, pretendía reafirmar su legitimidad electoral en las urnas pero nada ha cambiado: el país funciona- o no funciona- al ritmo de las protestas que bloquean, principalmente, Bangkok. Los resultados no se conocerán hasta dentro de unas semanas porque el 23 de febrero está programado que voten aquellas personas que no puedieron hacerlo por los bloqueos de la oposición.