A menos de 72 horas del inicio de la reuniones preparatorias en Montreaux, Suiza, el secretario general de la ONU tiende puentes a Teherán, el principal país aliado de Al Asad en la región.
Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU:
“Zarif y yo coincidimos en que el objetivo de las negociaciones es establecer, por mutuo consentimiento, un organismo de gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos. Es sobre esa base que el ministro de Exteriores iraní Zarif se comprometió a que Irán tenga un papel positivo y constructivo en Montreux”
Teherán no ha confirmado aún si acepta la invitación de la ONU, pero, esta sopresiva invitación de última hora amenaza con dinamitar la reunión conocida como Ginebra II. La oposición siria dice, ahora, que no asistirá a la cumbre si participa Irán e insta a Ban Ki Moon a retirar su oferta. La Coalición Nacional Siria llega dividida y debilitada con la exigencia de un futuro político en Siria sin Al Asad. El régimen de Damasco, que acude en una posición de fuerza por sus recientes triunfos militares, no acepta la salida del líder como condición previa.