Más de 20.000 euros de multa y 6 meses de cárcel. Israel pretende castigar a las personas que utilicen de manera incorrecta o inapropiada el término nazi o su simbología.
Con este objetivo, la Knesset aprobó el miércoles, de manera preliminar, un anteproyecto de ley que ha abierto un encendido debate sobre la libertad de expresión.
Desde el ultraderechista partido Israel Beitenu, promotor del texto, consideran que “la libertad de expresión no es absoluta, es relativa”.
“Permite a la gente expresarse donde existe un verdadero temor a las autoridades o a una sociedad amenazadora. Aquí la libertad de expresión ha cruzado todas las rayas, tenemos que protegernos de esta irresponsable libertad de expresión, que podría perjudicar a la gente”, dice Shimon Ohayon.
Los contextos educativos y presentaciones artísticas estarían exentos de toda pena.
Sus detractores consideran que se pone en peligro la libertad de expresión en un país que se enorgullece de ser la única democracia en una región dominada por monarquías o líderes autoritarios.
El partido opositor Meretz considera que “es una ley estúpida”. “No la necesitamos, somos el país que mejor conoce lo que ocurrió con el pueblo judío en el Holocausto. Todos los días recordamos el genocidio. Estamos enseñando a nuestros alumnos sobre el Holocausto, y no necesitamos esta ley, es sólo una forma de alimentar sentimientos que no debemos alimentar”, explica Michal Rozin.
En Israel, la memoria de los millones de judíos exterminados está muy presente. Cada 27 de enero, el país se paraliza durante unos minutos para homenajear a las víctimas del Holocausto.
Para el director de la biblioteca del museo Yad Vashem, Robert Rozett, “no hay duda de que la cuestión del mal uso de los símbolos y del vocabulario referentes al Holocausto en los discursos públicos es un problema grave aquí, en Israel, y en todo el mundo. Tampoco hay duda de que es preferible que la gente no utilice estos símbolos porque ha entendido que no debe usarlos. Es una cuestión de educación, que deben aprender a través de la enseñanaza y del ejemplo de nuestros líderes culturales y políticos. La gente debería entender que no debe usar los símbolos que no son apropiados. Pensamos que esto sería lo preferible”.
El controvertido proyecto de ley aún debe superar otras tres lecturas antes de convertirse en ley. En 2012, una iniciativa similar fracasó.