“El momento más crítico para Egipto”. Así ha calificado el primer ministro interino del país, Hazem el Beblaui, el referéndum para votar la Constitución que ha empezado este martes y que se prolongará hasta el miércoles.
El Gobierno espera que con la aprobación de la nueva Carta Magna se dé legitimidad al golpe de Estado que sacó del poder a Mohamed Mursi.
“Yo voto sí y que Dios traiga la paz al país. Hemos perdido a mucha gente y espero que Dios nos dé la victoria”, decía una vecina de El Cairo.
“No me gusta que se haya excluido a tanta gente. Tengo la sensación de que se nos está empujando a aceptar esta Constitución. Hasta la prensa y los líderes políticos dicen que hay que votar a favor. Tenemos que ir a las urnas y dar nuestra opinión”, añadía otra.
Los Hermanos Musulmanes y sus aliados islamistas han boicoteado la consulta. Denuncian que la nueva Constitución, que ha sido redactada por un comité de 50 miembros en el que solo tenían dos representantes, da demasiados poderes al Ejército.
Para evitar incidentes las autoridades han blindado los colegios electorales, desplegando 200.000 policías, 150 unidades de seguridad y 200 grupos de combate.