Entre rastros de la inconmensurable tragedia, alguna luz de esperanza comienza a iluminar el horizonte de los habitantes de Haití a quienes el sismo de hace cuatro años los hizo víctimas de una tragedia que quizás no podrán olvidar. El gobierno nacional asegura que tienen viviendas de repuesto más de un millón de los damnificados que habían tenido que desplazarse para vivir en carpas, por haberse quedado sin las suyas. Y -por ejemplo- Venezuela, a través de PetroCaribe edificó para tres mil quinientas familias de damnificados un centro urbano de viviendas dignas construidas con dimensiones adecuadas para que las habiten seres humanos (no miniaturas), dotadas cada una de los servicios básicos: agua, corriente eléctrica y medios de comunicación, en un ambiente sano y agradable. teleSUR