Estas imágenes muestran los bombardeos de las últimas horas, selectivos afirman los portavoces militares iraquíes. Estados Unidos ha enviado drones para ayudar al Gobierno de Irak a aplastar esta revuelta suní con tientes de guerra civil.
Desde el pasado jueves varias brigadas insurgentes, muchas de ellas afiliadas a Al Qaeda, controlan buena parte de la provincia de Al Anbar, de mayoría suní. Por ahora, el Primer ministro Nuri Al Maliqui ha retrasado los asaltos terrestres en Ramadi y Faluya para dar una oportunidad a la mediación de los líderes tribales en esas ciudades. Y también para que puedan salir los no combatientes, aunque hay informes que apuntan que los yihadistas impiden salir a los civiles para usarlos como escudos humanos. En un mensaje de audio, uno de los comandantes yihadistas llabama ayer a la población suní a unirse a su causa y a los combates.
Algunos líderes tribales se han alineado, claramente, del lado del Gobierno con milicias que tratan de contener el avance de Al Qaeda.