Empieza la tensa cuenta atrás para los Juegos Sochi con el eco de los dos atentados suicidas que estremecieron Rusia a finales de 2013. Para el gobierno ruso y la gente en la calle la prioridad es la seguridad. Unos setenta y cinco mil policías cubrirán la zona.
Para atar en corto todas las posibilidades el presidente ruso Vladímir Putin, firmó un decreto que prohíbe mítines y manifestaciones no autorizados en Sochi y sus inmediaciones durante las fechas olímpicas.
Aunque la guerrilla islamista del Cáucaso ha amenazado con abortar los Juegos, a nadie se le pasa por la cabeza un posible aplazamiento. Serán los juegos más caros de la historia con un gasto previsto de 40.000 millones de dólares
Para colmo este invierno es de los más cálidos que se recuerdan en la parte europea de Rusia y en Moscú. La organización ha almacenado 16 millones de metros cúbicos de nieve en previsión de que las temperaturas sean demasiado altas.