Cada año la población mundial genera 50 millones de toneladas de basura tecnológica. Situación que no sólo genera daños al planeta, pero también a la salud de los seres humanos, pues muchos de los materiales que estos aparatos contienen, son componentes tóxicos y cancerígenos como plomo, mercurio y arsénico.
Muchos países industrializados los exportan a países en vías de desarrollo, donde las leyes que protegen a los trabajadores y al medioambiente son más relajadas. Entre el 50 y el 80 % de esta basura electrónica acaba en ciudades vertedero del oeste de África, Asia e incluso América Latina.
En este episodio conoceremos cómo se maneja el problema de la basura electrónica en Costa Rica y qué lo hace estar a la vanguardia, en relación con otros países de la región.