La guerra siria se vuelve cada vez más compleja. Al menos 59 combatientes, todos ellos de las filas rebeldes, murieron el domingo en las provincias de Alepo e idlib por los enfrentamientos con la organización extremista Estado Islámico en Irak y Levante

Los radicales, a los que se acusa de sembrar el terror en las zonas bajo su control, han amenazado con retirarse de todos los frentes en Siria si no se les permite moverse libremente y no se libera a sus miembros, lo que facilitaría las cosas al Ejército de Bachar al Assad. Algunos sublevados aseguran que ya han abandonado los enclaves de al-Dana y Atma, en la provincia de Idlib. Fuentes diplomáticas de la oposición a Al Assad sostienen que a pesar de los combates, las distintas facciones están alcanzando un acuerdo.

Por otro lado, la Asamblea General de la Coalición Nacional Siria comenzó ayer un encuentro de dos días en Estambul. Allí está prevista la elección de un nuevo presidente y otros altos cargos pero sobre todo la reunión servirá para fijar la posición de la coalición para la conferencia en Ginebra el próximo 22 de enero.