Escalada de tensión por la suspensión de las obras en el canal de Panamá. Su administrador, Jorge Quijano, está dispuesto a asumir a costes justificados. Pero no ve razón para un aumento de casi el 50% frente a lo estipulado inicialmente con el consorcio que ahora ha parado los trabajos y que está encabezado por la española Sacyr.junto a otras tres empresas de Italia, Bélgica y Panamá

El presidente de este último país, Ricardo Martinelli, ha anunciado que dará un paso más.“Yo voy a ir España e Italia a exigirles a estor gobiernos, porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecostes en una obra de ampliación que es una obra de la humanidad y que ellos mismos licitaron y pusieron un precio y ahora nos van a venir con el cuentito de que están subiendo los precios.”

El proyecto es un nuevo juego de esclusas que permitiría aumentar el tráfico por una zona donde pasa más del 5% del comercio mundial. El sobrecoste exigido por el consorcio es de 1.190 millones de euros frente a los 2.280 acordados.

La estadounidense Bechtel, que perdió el concurso, aseguró que con esa cantidad no daba “ni para poner el hormigón”. Según Sacyr los nuevos requisitos se deben a que los materiales presupuestados no son adecuados.