Pionero de los ordenadores y famoso por descifrar el código de transmisión nazi durante la II Guerra Mundial, fue condenado por un tribunal británico en 1952 por su relación con un joven de 19 años.
Aceptó someterse a la castración quimica para evitar la cárcel. Dos años después murió tras morder una manzana impregnada con cianuro.