Pagar dinero por sexo no es un crimen en Canadá: esta es la taxativa sentencia del Tribunal Supremo canadiense, que ha anulado por uninimidad la legislación actual sobre prostitución, a petición precisamente de un grupo de prostitutas
Pese a ello, no todos está de acuerdo:
“Realmente, tenemos que introducir una ley que siga el ejemplo reciente de Francia o el de Suecia, que criminaliza la compra de sexo y el proxenetismo”, ha asegurado Janine Benedet, de la Coalición femenina por la Abolición de la Prostitución.
Aunque ahora le toca al gobierno desarrollar la nueva normativa, la justicia canadiense ha apostado claramente por de despenalización de la prostitución, al desechar las leyes que prohibían los burdeles o negociar en público con clientes.
Ahora los colectivos de prostitutas exigen al Gobierno que las incluya en las negociaciones sobre la nueva normativa.
“Puede que nos conozcan en tanto que clientes, pero los políticos no saben cómo funciona este negocio”, ironizan las implicadas.
“Con esta ley no se acaba el mundo, solo creamos una sociedad mejor”, aseguraron.