Gobierno Bolivariano reinaugura el teatro Alameda de San Agustín
El acto contó con la presencia de la jefa de gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faría, y alcalde reelecto de Caracas, Jorge Rodríguez / Fue renovado con asientos nuevos, salas de ensayo, arepera socialista
Caracas, 20 de diciembre de 2013.- Con música y vítores fue reinaugurado este jueves el teatro Alameda de la parroquia San Agustín de Caracas para el disfrute cultural y recreativo de las y los ciudadanos de la zona.
Durante el acto la jefa de gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faría, aseguró que solo en Revolución se consagra el derecho a la cultura y recreación.
Por su parte, el alcalde reelecto de Caracas, Jorge Rodríguez, señaló que el teatro Alameda es un lugar para el encuentro, más allá de los habitantes de San Agustín, para los caraqueños.
El pasado martes, durante su juramentación para el nuevo periodo de gobierno de 4 años, Rodríguez informó que las obras de recuperación del espacio, a cargo del Gobierno del Distrito Capital y la Alcaldía de Caracas, tuvieron una duración de 9 semanas.
Asimismo recordó que el espacio estuvo muchos años cerrado y era usado como depósito de hierros viejos y de películas por parte de la familia Radonski —familiares del gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski— quien se había apropiado del teatro que le pertenece al pueblo.
El teatro fue renovado en su totalidad con 316 asientos en la parte baja y 118 butacas en la mezzanina superior, además de salas de ensayo, arepera socialista, emisora de radio y televisión.
HISTORIA:
Alameda había sido un teatro de lujo, estrenado en 1943 por la empresa Cines Unidos, contando con la presencia del presidente Isaías Medina Angarita y su tren ejecutivo, con una función de Marta Zeller, calificada como: “La juvenil embajadora de la canción mexicana”, y el barítono venezolano Héctor Monteverde, en conjunto con la producción cinematográfica Amor Apasionado, protagonizada por Charles Boyer y Joan Fontaine.
La función tenía un precio de 2 bolívares para Patio y 0,75 para Balcón. Todos los habitantes del sector estaban invitados, con la única condición de estar vestidos en forma presentable; es decir, con paltó y corbata, en los hombres y vestidos elegantes y ostentosos en el caso de las mujeres.
Fue el acontecimiento del año en San Agustín y la apertura de la zona a un lugar en boga para los caraqueños, quienes, independientemente de su condición social podían acceder al pago del valor de la entrada. VL. VTV con información de Correo del Orinoco