Teherán lamenta la decisión de Washington de incluir a decenas de empresas y personas en su lista negra por apoyar el programa nuclar iraní. Una decisión que para el ministro de Asuntos Exteriores de la República Islámica, Mohamad Javad Zarif, es inapropiada.

El principal negociador iraní, que ha recibido a una delegación de la Unión Europea, considera que el acuerdo alcanzado en Ginebra sigue vigente aunque sería perjudicial que la administración estadounidense adoptara nuevas sanciones.

Mohamad Javad Zarif:

“Lo que demuestra es una falta de entendimiento sobre la forma de actuar para resolver el problema nuclear. Algunas personas se aferran a la idea de que la presión produce resultados pero están equivocados. La presión ha producido 80.000 centrifugadoras en Irán. Si quieren seguir por ese camino es su opción pero no dará ningún resultado. Ahora que la comunidad internacional, que el Gobierno de Estados Unidos y el resto de los miembros del Grupo cinco más uno e Irán han decidido mirar hacia delante y buscar un camino para solucionar este asunto, creo que tienen que descartarse las políticas fallidas, las estrategias erróneas y adoptar nuevas políticas. Esas medidas pueden arruinar el proceso, pero creo que existe una voluntad política por parte de todo el mundo para asegurarse de que el proceso sigue adelante. Irán reaccionará a cualquier acción que considere inaceptable o que no contribuya a una solución.

euronews:

La semana pasada usted dijo en la revista “Time” que si Estados Unidos imponía nuevas sanciones el acuerdo moriría. ¿Ha cambiado de opinión?

Mohamad Javad Zarif:

“No, no lo he hecho. Si el Congreso estadounidense adopta nuevas sanciones, y con esto incluyo nuevos decretos por parte de su administración, esto supondrá ir en contra de lo que dicta el acuerdo de Ginebra y lo anulará, porque este ha sido violado. Creo que las acciones que tomó el Departamento del Tesoro estadounidense no han ayudado pero eso no significa que se hayan violado los términos del acuerdo. Son medidas que pueden llegar a cuestionar su voluntad de resolver el problema a través de las negociaciones y eso si es un gran contratiempo. Pero no quiere decir que hayan tomado medidas para matar el proceso.